“El manifestante”, persona del año
Washington D.C/Agencias.- La figura del “manifestante” fue elegida como “personalidad del año” por la revista estadounidense Time, en un reconocimiento a las personas de todo el mundo, en particular de Oriente Medio y el norte de África, que salieron a la calle a luchar por sus derechos.
“De la Primavera Árabe a Atenas, de ‘Ocupemos Wall Street a Moscú’”, afirma en su portada la revista, que muestra un joven con la mitad inferior de su rostro cubierto por un pañuelo.El editor de la revista, Richard Stengel, quien anunció el resultado en el programa “Today show” de la cadena de televisión NBC, explicó que la decisión rinde homenaje a “los hombres y las mujeres de todo el mundo, en particular de Oriente Medio, que derribaron gobiernos y llevaron un sentido de democracia y dignidad a gente que no lo tenía antes”.
“De la Primavera Árabe a Atenas, de ‘Ocupemos Wall Street a Moscú’”, afirma en su portada la revista, que muestra un joven con la mitad inferior de su rostro cubierto por un pañuelo.El editor de la revista, Richard Stengel, quien anunció el resultado en el programa “Today show” de la cadena de televisión NBC, explicó que la decisión rinde homenaje a “los hombres y las mujeres de todo el mundo, en particular de Oriente Medio, que derribaron gobiernos y llevaron un sentido de democracia y dignidad a gente que no lo tenía antes”.
“Ésta es gente que ya está cambiando la historia y que cambiará la historia en el futuro”, agregó Stengel.
“Pensábamos que esos dictadores no iban a ser derrocados. Y entonces esta gente arriesgó su vida, arriesgó su hogar, su subsistencia, para salir a la calle y traer un cambio que nadie había esperado. Es realmente algo transformador y creo que está cambiando el mundo para mejor”, insistió.
El 2011 fue escenario de un imparable viento de cambio proveniente del norte de África, donde manifestaciones populares para derribar los regímenes en el poder se extendieron como una mancha de aceite desde Túnez a Egipto, Libia, Siria y Yemen.
Esas protestas, que terminaron muchas veces en un baño de sangre, sirvieron de inspiración para la gente frustrada en Europa y EEUU por el creciente desempleo, el caos financiero y la incapacidad de los gobiernos para encontrar soluciones a la crisis que comenzó en el 2008.
“Pensábamos que esos dictadores no iban a ser derrocados. Y entonces esta gente arriesgó su vida, arriesgó su hogar, su subsistencia, para salir a la calle y traer un cambio que nadie había esperado. Es realmente algo transformador y creo que está cambiando el mundo para mejor”, insistió.
El 2011 fue escenario de un imparable viento de cambio proveniente del norte de África, donde manifestaciones populares para derribar los regímenes en el poder se extendieron como una mancha de aceite desde Túnez a Egipto, Libia, Siria y Yemen.
Esas protestas, que terminaron muchas veces en un baño de sangre, sirvieron de inspiración para la gente frustrada en Europa y EEUU por el creciente desempleo, el caos financiero y la incapacidad de los gobiernos para encontrar soluciones a la crisis que comenzó en el 2008.
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