El Cairo (EFE). Al menos 40 civiles perecieron este martes en Siria en una sangrienta ofensiva de las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad contra los bastiones opositores de Homs y Hama, en el centro del país, según un grupo de la oposición siria.
Los Comités de Coordinación Local (CCL) informaron en un comunicado de la muerte de 32 personas en Homs, cuatro en Hama, dos en la provincia noroccidental de Idleb, una en Damasco y de una última en la localidad costera de Raqa.
Esta violenta jornada coincide con las declaraciones del ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, que defendió que su país tiene la “obligación” de hacer frente a los actos terroristas cometidos en su territorio, en referencia a los “grupos armados” a los que Damasco acusa de estar detrás de la revuelta contra el régimen.
CINCO MIL MUERTOS
Este repunte de la violencia se produce después de que la Liga Árabe solicitara una reunión con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el apoyo del Consejo de Seguridad de ese organismo al plan árabe para solucionar la crisis en Siria, que estipula la salida del poder de Al Assad.
Este repunte de la violencia se produce después de que la Liga Árabe solicitara una reunión con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el apoyo del Consejo de Seguridad de ese organismo al plan árabe para solucionar la crisis en Siria, que estipula la salida del poder de Al Assad.
Desde que comenzaron las protestas contra el régimen el pasado marzo, más de 5.000 personas han muerto por la represión gubernamental, según las últimas cifras de la ONU.
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